El vínculo que existe entre tu bebé y tú va más allá de sólo formar su vida dentro de ti. La personita que se está gestando en tu vientre es un ser sensible capaz de asimilar sensaciones.
Es a partir del cuarto mes que ya conoce no sólo el sonido del torrente sanguíneo y los latidos del corazón si no que podrá reconocer ruidos, en especial tu voz. Esto no quiere decir que va a entender lo que estás diciendo pero comprenderá el ritmo, el tono y las afectaciones que tiene tu voz, la grabará, reconocerá y le dará seguridad escucharla al nacer.
Tan especial es esta etapa que las experiencias y sensaciones que vive tu bebé dentro del útero serán esenciales para la formación de su personalidad.
Puedes empezar a estimularlo con canciones, rimas y lecturas en voz alta, eso ayudará al desarrollo del lenguaje y aprenderá a distinguir las distintas modulaciones de la voz según lo que estés leyendo, te será muy útil en sus primeros meses de vida para tranquilizarlo.
También puedes intentar jugar con él, eso ayudará a estimularlo. Lo puedes intentar en el séptimo mes, cuando su cerebro estará igual de desarrollado que el de un recién nacido, prueba esto:
Cuando percibas que tu bebé se está moviendo, siéntate o recuéstate tranquilamente.
Cuando sientas una patadita, tú también realiza un movimiento, el pequeño podrá sentir que alguien está tocando con sus dedos tu vientre y podrá reaccionar ante este nuevo estímulo.
En ocasiones puedes variar la presión, la frecuencia y la ubicación que haces al tocar tu vientre.
Observa las reacciones de tu bebé.
Si logras realizar este juego la suficiente cantidad de tiempo, el bebé no sólo responderá sino también podrá escuchar.
Con este juego contribuirás a crear vínculos más fuertes con tu pequeño y lograrás un contacto activo a través de sus movimientos y patadas.